Hoy en día muchas empresas y organizaciones ven como algo deseable el optimizar sus procesos de negocio. Sobre todo, cuando dichas decisiones le permiten optimizar costes. En busca de alcanzar este objetivo gran cantidad de estas invierten en recursos tecnológicos que le permitan lograrlo. A pesar de esto, vemos con frecuencia que muchas empresas en especial del segmento de pequeñas empresas (Pymes) no logran hacer un uso efectivo de la tecnología ni mucho menos ser más productivas con esta.
¿Qué impide que dichas empresas logren su objetivo? ¿Por qué en ocasiones termina siendo la tecnología un dolor de cabeza más bien que una solución? De acuerdo a nuestra experiencia sugerimos tres aspectos a considerar.